Guatemala 09 Marzo Tigo Fest 2013 Maná hizo vibrar al público guatemalteco en el Tigo Fest   Mientras el público silbaba de impaciencia, esperando a la banda mexicana, sonaba la canción "Revolution" de The Beatles. Tras unos minutos, el escenario se llenó de luces azules, entre vítores, y empezaron los primeros acordes de “Oye mi amor”, uno de los éxitos más reconocidos de la banda. "Muy buenas noches, Guatemala. Estamos muy contentos de estar acá en esta noche de sábado. Nos la vamos a pasar de poca madre", saludó Fher, el vocalista y casi sin parar siguieron con la canción "De pies a cabeza", que fue coreada por el público. "Quién te hará el amor... en Guatemala", cantó Fher a manera de saludo para el público guatemalteco. Y después de un corto saludo, siguieron con “Lluvia al Corazón”. Era la tercera canción. Alex, el baterista, saltaba entusiasmado detrás de la batería, mientras Fher gritaba que esta noche es para México y para Guatemala. El público vitoreaba feliz. Sigueron con "Manda una señal", y los ánimos iban en crescendo. Fher tomó por primera vez la la guitarra y saluda: "Hola Guatemala, estamos encantados de regresar a esta ciudad, de la que tenemos muchos recuerdos desde hace muchos años", mientras toma un tequila. Las máquinas de humo adornaban el escenario con cascadas de vapor mientras Alex cantaba desde detrás de su batería. Llega el turno dela canción más romántica de su repertorio, “En el muelle de San Blas”. El escenario se llenó de luces rojas, amarillas y anaranjadas, imitando el color del Sol, mientras sonaban los primeros acordes de “Rayando el sol”, su primer éxito. El vocalista mexicano empezó a despedirse tras pedir que bajaran todas las luces del escenario, a los 50 minutos de concierto. Las luces se apagaron y el público pidió "otra, otra, otra" mientras Fher gritaba entusiasmado "¡Guatemala, Guatemala, Guatemala". Aparentemente era la última canción, pero no podían irse sin obsequiar una última canción. Luces de color celeste fosforescente formaron figuras psicodélicas en el escenario y al final formaron un cúmulo de nubes. Las luces se apagaron para dar paso a un pequeño solo del baterista, que desembocó en una versión casi tribal de "Corazón espinado", canción que grabaron con la leyenda de la guitarra, Carlos Santana. El público gozó el repertorio, los integrantes de Maná hicieron una reverencia, agradecieron y, lanzando un beso con la mano, se despidieron de Guatemala.